martes, agosto 23, 2011

Servicio Preferencial

“Línea 194: La justicia no debería avalar la ilegalidad”. Al igual que usted y que otros transeúntes o desafortunados usuarios del transporte público, nosotros hemos notado como en las últimas semanas que es común ver anterior injuria en desprolijos carteles fijados – seguramente por un grupo de morochos de los cuales solo conocemos su procedencia “El Conurbano” – en las líneas de colectivos que recorren capital. La masa ignara que habitualmente no lee este blog pensaría, si lo leyese, que este “articulo” es una defensa a la igualdad y que apoyamos el reclamo gremial de que el servicio diferencial sea detenido, pero @MeroFondo nació para combatir las sombras de la ignorancia que oscurecen la luz del conocimiento y la verdad, ahora a emborracharnos y a jugar ping-pong.

Es común para todas las personas que sufrimos de forma cotidiana los vejámenes de la exposición al sistema de transporte público hipar por ciertos infortunios propios de cada uno de ellos y detallados a continuación:
  1. Colectivo: Cuando viajo en el a veces pienso que la ciudad es un geriátrico gigante ¿De dónde sale tal cantidad de ancianos? Lo peor es que cuando consigues dar con un asiento, no falta uno de estos individuos los cuales hacen gala de sus dotes actorales para que uno, blanco e indefenso sienta compasión por ellos. 
  2. Subte: Las mujeres siempre alzan su voz de protesta contra viajar “apretadito” en el subte, aducen que son tocadas, ojeadas y ven en cada hombre un depravado sexual al acecho, eso no es nada, comparado con viajar al ritmo de cumbia villera o peor aún, de bolivianos y otras denominaciones racialmente inferiores, abundan los niños pidiendo limosna, que por cierto tendrían que funcionar con tarjeta monedero. 
  3. Tren: A veces pienso si el averno es el “paisaje” que se ve en un viaje de tren, las villas, el conurbano, las estaciones, o si lo es el vagón, es un zoológico en constante movimiento, sobreabundan los morochos, las gordas, la cumbia, los villeros vendiendo algo o con algún tipo de enfermedad ¿no han notado que raramente parece que todos tienen el mismo discurso? Lo cual hace pensar que están mintiendo o que la secretaria de salud los ha entrenado bastante bien. 
Es por eso y un sinfín de razones más que la comunidad blanca debemos rodear a la línea 194 y pedir que en un futuro brinde un servicio exclusivo para personas de nuestra condición, donde viajemos, sentados, cómodos y sin estar expuestos a un impase racial de consecuencias genéticas.

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